Las rodillas son articulaciones de gran importancia para mantenerse de pie y para la marcha. Por ello, los movimientos y la sobrecarga son dos factores que influyen en su salud. Cuando estas articulaciones se lesionan, se producen síntomas como el dolor, aumento del tamaño de la articulación y limitación para el movimiento. Además de esto, existe otra manifestación que suele perturbar mucho a quien la presenta, se trata del conocido chasquido en las rodillas.
La rodilla es una articulación compleja
Las articulaciones son zonas del cuerpo en las que los extremos de los huesos entran en contacto entre sí, la mayoría de las veces este contacto permite el movimiento.
Estos extremos óseos se encuentran revestidos por un tejido llamado cartílago articular. Se trata de un tejido fibroso y liso que facilita el movimiento. Entre los extremos del fémur y la tibia existen, además, unas almohadillas cartilaginosas llamadas meniscos, que actúan como unos amortiguadores del impacto que ocurre durante los movimientos. Los huesos se unen entre sí y a los meniscos gracias a una serie de ligamentos, que ayudan a mantenerlos alineados.
Todos estos elementos se encuentran envueltos por una serie de bandas o ligamentos formando una estructura llamada cápsula articular, que contiene en su interior el líquido sinovial.
Los huesos, los ligamentos, la cápsula articular y los meniscos se interrelacionan de forma tal que la articulación se mantiene estable y puede además moverse, especialmente para doblarse (flexión) o estirarse (extensión).
¿Por qué ocurre el chasquido en la rodilla?
En condiciones normales el movimiento de la rodilla debe ser suave y no producir ninguna molestia.
El chasquido en las rodillas aparece cuando existen roces o fricciones durante el movimiento, lo que puede deberse a varias causas:
- Irregularidad en la superficie del cartílago articular.
- Lesiones de los meniscos.
- Desgaste del cartílago que recubre la cara posterior de la rótula.
- Presencia de rótulas desalineadas.
Estas alteraciones aparecen cuando existe debilidad muscular, en el caso que la articulación sufra traumatismos o cuando es sometida a esfuerzos de forma sostenida.
Los traumatismos se deben principalmente a caídas accidentales, en especial al caer de rodillas, y a golpes directos sobre la articulación que ocurren al tropezar con objetos o bien por traumatismos directos en personas que practican deportes como el fútbol, baloncesto o artes marciales.
La sobrecarga de la articulación es un factor que se relaciona con el sobrepeso y la obesidad. Un peso corporal excesivo termina desgastando el cartílago articular, lo que además favorece la erosión del hueso que lleva a la aparición de deformidades tales como las piernas arqueadas o la desviación hacia afuera de la rodilla (esta última se caracteriza porque al juntar las rodillas, los tobillos queden separados). Todos estos cambios constituyen las manifestaciones de la enfermedad conocida como artrosis.
El sedentarismo favorece además la aparición de un tercer factor, la debilidad muscular, que se asocia con una desviación hacia afuera de las rótulas que favorecen su desgaste, manifiestándose con chasquido.
La fisioterapia permite fortalecer la articulación de la rodilla
La fisioterapia es un sistema de tratamiento que actúa sobre el movimiento de la articulación. Permite recuperar movimientos que están limitados, estirar músculos acortados, liberar contracturas y nudos dolorosos, fortalecer los músculos y recuperar el normal movimiento de una estructura.
Las lesiones de la rodilla pueden tratarse implementando un programa de rehabilitación. Este permite recuperar los rangos de movimiento de la articulación y fortalecer los músculos que la rodean, lo que contribuye a darle mayor estabilidad y recuperar su normal alineación, ayudando a eliminar el chasquido.
La quiropráctica es de gran ayuda para tratar los problemas de la rodilla
Muchas veces las lesiones de la rodilla se relacionan con alteraciones en otras regiones del cuerpo, en especial a nivel lumbar o en caderas.
Las subluxaciones de las vértebras y de los huesos de la cadera pueden producir desbalances que cambien la dinámica de los movimientos derivando en que se vea afectada la articulación de la rodilla.
Por esta razón, el quiropráctico no se limita a evaluar la rodilla, sino más bien realiza un examen exhaustivo de la dinámica de los movimientos buscando equilibrar todas las alteraciones presentes, lo que finalmente ayudará a corregir problemas como el dolor, la limitación para el movimiento y el chasquido de las rodillas.
¿Tienes dolor o chasquido en las rodillas? Contáctanos, en Quiropráctica Sevilla podemos ayudarte.
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Referencias bibliográficas
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- Meeker, W. et al. Chiropractic: A profession at the crossroads of mainstream and alternative medicine. Ann Int Med. 2002; 136(3): 217-27.
- Miralles, M. Postura. Biomecánica del aparato locomotor. Barcelona. Masson, SA. 2002; p218.