Tendinitis: ¿Qué es y por qué ocurre?

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La prevalencia de tendinitis en España, en términos generales, se desconoce. Sí se tienen datos sobre zonas localizadas del cuerpo. Por ejemplo, la tendinitis de hombro tiene una prevalencia entre 6,9-66,7%. Se trata de una prevalencia muy variable porque depende mucho del colectivo de estudio. 

Pero, ¿qué es exactamente una tendinitis? Es una inflamación de un tendón, estructura mediante la cual el músculo se inserta a nivel del hueso. Se trata de una lesión que puede llegar a ser bastante dolorosa e incapacitante para la persona que la padece.

¿Qué son los tendones?

Los tendones son estructuras firmes formadas principalmente por colágeno, una proteína que le proporciona resistencia a la tracción pero no al estiramiento.

Por lo general, los tendones se ubican en los extremos del vientre muscular, reemplazando por completo las fibras musculares.

Las tendinitis en profundidad

Las tendinitis son procesos inflamatorios que afectan a los tendones. Por lo general son lesiones de tipo traumático, en las que el tendón se lesiona al ser sometido a una fuerza para la que no estaba preparado, a un traumatismo o cuando es sometido a la realización de movimientos repetitivos.

Las tendinitis pueden ser:

  • Agudas: son aquellas que tienen un tiempo de evolución corto, menor a 3 meses. Aquí se incluyen las lesiones traumáticas.
  • Crónicas: son aquellas que tienen una duración superior a los 3 o 6 meses, dependiendo del estudio que se consulte. Aquí se incluyen los procesos degenerativos, como es el caso de las tendinitis asociadas con lesiones articulares reumáticas, que cambian la mecánica articular y generan sobrecargas sostenidas. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el tendón de la pata de ganso ubicado en la cara interna de la rodilla en personas con deformidades como las piernas arqueadas producto de la artrosis. 

La principal manifestación de las tendinitis es el dolor, que se presenta o se agrava al efectuar los movimientos. También es posible que se vea limitado el rango de movilidad del músculo y la articulación.

Principales tipos de tendinitis

Existen diversos tipos de tendinitis, en función del mecanismo por el cual ocurre este tipo de lesión, su duración y su ubicación.

1. Tendinitis del manguito rotador

Es una de las principales causas de dolor en el hombro. Se debe a la inflamación de la estructura conocida como manguito rotador que está formada por cuatro tendones que permiten al hombro llevar a cabo el movimiento de rotación, de allí su nombre. Estos son los tendones de los músculos supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor.

El tendón del manguito que con mayor frecuencia se lesiona es el del músculo supraespinoso. Esto se debe a que, por su trayecto, suele quedar atrapado entre la cabeza del húmero y la prolongación de la escápula llamada acromion. Además, su aporte sanguíneo se ve comprometido al elevar el brazo, lo que favorece su compromiso.

Este trastorno es común en personas que realizan actividades que conllevan elevar el brazo de forma repetida o en deportes como el béisbol, el tenis o natación.

2. Tendinitis del bíceps

El músculo bíceps, ubicado en la cara anterior del brazo, se inserta en su parte superior gracias a dos tendones. Uno de ellos, llamado tendón de la porción larga, es particularmente susceptible de ser lesionado desarrollando tendinitis.

En este caso se produce dolor en la cara anterior del hombro que irradia al brazo y se relaciona con los movimientos de flexión del codo y rotación del antebrazo hacia afuera.

3. Epicondilitis

La epicondilitis es una forma de tendinitis en la que se afectan varios tendones, puede ser de dos tipos: 

  • La epicondilitis externa o lateral (codo del tenista) se debe a la inflamación de los tendones correspondientes a los músculos epicondíleos, que se distribuyen en la cara posterior del antebrazo y que se insertan en la cara externa del codo. 
  • La epicondilitis medial o interna (codo del golfista) se debe a la inflamación de los tendones de los flexores ubicados en la cara anterior del antebrazo que se insertan en la cara interna del codo.

4. Tendinitis de Quervain

Esta forma de tendinitis involucra al tendón que hace que el pulgar se extienda. Esta lesión se origina al realizar movimientos repetitivos que precisen rotación de la muñeca, también es común en mujeres que cargan niños pequeños y mantienen los pulgares en extensión sostenida al alzarlos.

5. Tendinitis rotuliana

En esta lesión se produce la inflamación en el tendón ubicado entre la rótula y la tibia, también llamado tendón patelar.Es común en personas que realizan actividad física que involucra saltos, como el baloncesto, o en quienes realizan sentadillas o deben subir un gran número de escaleras.

6. Tendinitis Aquílea

El tendón de Aquiles, ubicado en la cara posterior de la pierna y que se inserta en el talón, puede inflamarse con el uso de calzado de tacón alto. También puede verse afectado cuando existe inflamación de la bolsa serosa ubicada entre este y el hueso calcáneo, lo que ocurre, por ejemplo, en personas que padecen artritis debida al depósito de cristales, como es el caso de la gota. 

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Tratamiento de las tendinitis

Estas lesiones conllevan un tratamiento específico para que puedan resolverse por completo. En la mayoría de los casos el tratamiento ideal debería ser combinado: fisioterapia y quiropráctica.

La fisioterapia se aplica locamente, con la finalidad de disminuir la inflamación, estimular la cicatrización de las fibras lesionadas de forma que se mantenga la resistencia del tendón y que se recuperen los rangos de movimiento.

Las técnicas quiroprácticas permiten ajustar las vértebras de la columna desde donde se originan los nervios que controlan los movimientos del músculo en el que se ubica el tendón afectado, lo que contribuye a mejorar su funcionamiento. Igualmente, ayuda a optimizar el desempeño de los demás músculos de esa región.

Como vemos, la combinación de la fisioterapia y la quiropráctica brinda al paciente la oportunidad de un tratamiento integral que permitirá una recuperación más rápida con un menor riesgo de que se lesione nuevamente.

En el caso que la inflamación se asocie con el desgarro del tendón, puede ser necesario llevar a cabo su reparación quirúrgica, especialmente en el caso de deportistas. En estos casos, se recomienda que consulte con su médico.

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Referencias Bibliográficas

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