Ésta es una de las preguntas que más nos hacen en la consulta. ¿Qué diferencias hay entre la quiropráctica y la fisioterapia? ¿Son lo mismo? ¿Qué me viene mejor para mi problema de salud? Y la respuesta no está exenta de complejidad ya que, siendo ambas especialidades sanitarias que previenen y tratan problemas de salud osteoarticular, tienen diferencias entre sí.
Definiciones
A continuación, vamos a ver las definiciones de cada una de estas especialidades sanitarias, así como los requisitos para formarse en ellas.
Fisioterapia:
La Confederación Mundial de la Fisioterapia (W.C.P.T., por sus siglas en inglés) la define como el conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan, previenen, recuperan y adaptan a personas afectadas de disfunciones somáticas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud. Incluye la ejecución de pruebas eléctricas y manuales para determinar el valor de la afectación y fuerza muscular, pruebas para determinar las capacidades funcionales, la amplitud del movimiento articular y medidas de la capacidad vital, así como ayudas diagnósticas para el control de la evolución.
En nuestro sistema sanitario, la fisioterapia suele ser un complemento fundamental para ciertos tratamientos médicos como las situaciones postquirúrgicas y la rehabilitación.
Para ser fisioterapeuta en nuestro país, hay que hacer el grado universitario de 4 años. Además, existen diferentes formaciones complementarias (como másteres o títulos de expertos universitarios) para subespecializarse en distintos ámbitos dentro de la propia especialidad.
Quiropráctica:
Es la profesión sanitaria que se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos mecánicos del sistema musculoesquelético, y de los efectos de éstos en el sistema nervioso y en la salud general. Se basa en tratamientos manuales incluyendo el ajuste vertebral y otras manipulaciones articulares y de tejidos blandos.
La quiropráctica no emplea ningún método invasivo (infiltraciones, punciones, etc.) para la prevención y tratamiento de las patologías asociadas a la columna vertebral y al sistema nervioso, aunque sí puede valerse de algunos instrumentos -como comentamos en un artículo anterior-. El quiropráctico no se limita sólo a quitar dolores de espalda, sino que trata las subluxaciones vertebrales y ajusta la columna vertebral para restablecer la alineación y el movimiento entre las vértebras y así para corregir su disfunción.
La duración de los estudios para la formación del quiropráctico oscila entre 5 y 7 años, que en Europa equivale a 300 puntos ECTS. La OMS la reconoce como una especialidad en sí misma e independiente, es decir, no es ninguna rama de la fisioterapia u otra especialidad sanitaria. Según la AEQ (Asociación Española de Quiropráctica), la formación universitaria de un profesional quiropráctico se estima en un mínimo de 4.800 horas. Esto en Europa implica una formación de Grado y Máster, y en países como Canadá y EE.UU. de Bachelor y Doctor en Quiropráctica. En nuestro país no existe una formación reglada oficial, pero sí 2 escuelas universitarias que imparten la especialidad.
Sabemos que, aunque este artículo pueda aclarar algunos conceptos, puedes seguir teniendo dudas. Así que te invitamos a que vengas a Quiropráctica Sevilla, estaremos encantados de resolvértelas todas.
Referencias:
- CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS DE FISIOTERAPEUTAS DE ESPAÑA. RESOLUCIÓN 06/2012 POR LA QUE SE ESTABLECE LA DEFINICIÓN DE POR LA QUE SE ESTABLECE LA DEFINICIÓN DE ACTO FISIOTERÁPICO. Asamblea General en Madrid, a 24 de Marzo de 2012.
- https://www.wfc.org/website/index.php?option=com_content&view=article&id=90&Itemid=&lang=es Acceso Enero 2023.
- https://aefi.net/ Acceso Enero 2023.
- AEQ. RESUMEN DE LA EVIDENCIA CIENTÍFICA EN QUIROPRÁCTICA. 2019.